
¿Qué tienen en común una granja repleta de animales, un barco pirata listo para surcar los mares, un Fuerte del Oeste con soldados e indios, un castillo medieval, una isla desierta con algún que otro naúfrago, una suntuosa mansión y una peluquería? Sencillo: todos pertenecen al mundo de Playmobil, uno de los juguetes más queridos y vendidos en la historia de España.
Los números abruman: más de 25.000 piezas componen el catálogo (entre figuras, vehículos y escenarios); se han hecho más de 2.700 millones de figuras desde su creación en 1974 en Alemania; hoy se fabrican más de 100 millones de clicks –término acuñado por la marca Famosa en España, el cual procedía del alemán klickys– en el mundo, y todos generan más de 450 millones de euros de beneficios al año.
Un poco de historia
La historia de Playmobil es una muestra de cómo una crisis puede agudizar el ingenio, el impulso para resurgir de las cenizas. Estas pequeñas figuras de plástico, sin mucha complicación en su diseño, fueron presentadas en 1974 en Alemania. Era el producto definitivo para salvar de la quiebra a la empresa Brandstäter, dueña absoluta de los clicks hasta nuestros días. La empresa, especializada en fabricar objetos de plástico, entre ellos algunos juguetes, afrontaba en los años 70 un alza indiscriminada de los precios del petróleo y, por ende, del plástico. Y surgió la idea de crear muñecos de 7,5 cm de alto, con facciones básicas. Y la idea cuajó. Y al cuajar se hizo de oro.
En España, donde amamos el juego de mesa, los clicks llegaron dos años después de su aparición de la mano de Famosa, la mítica empresa de juguetes que acompañó la niñez de muchos españoles y que tenía la licencia de fabricación, distribución y venta de estos muñecos en España.
A partir de entonces, la mercadotecnia hizo de las suyas, y hemos visto a los pequeños clicks en videojuegos, películas, dibujos animados e incluso en su propio parque temático, el “Playmobil Fun Park”. Por cierto, hay cinco parques temáticos de los clicks en el mundo: Alemania, Francia, Estados Unidos, Malta y Grecia.
¿Por qué nos enganchan tanto?
- Eran pacíficos. El creador, Horst Brandstätter, se oponía a que llevaran armas. Solo puso pistolas a los vaqueros y espadas a los piratas. Eso y su adaptabilidad a situaciones y diferentes gustos, gracias a sus temáticas, hacen que sus compradores fueran tanto niños (55 %) como niñas (45 %)
- Muchos relacionan el bocata, la merienda, los amigos, con tardes inventando miles de historias con los clicks. Además, aunque no tengan codos, rodillas, nariz o dedos, te ponen feliz porque ¡siempre estaban sonriendo!
- Los muñecos de hoy no se diferencian mucho de los de antaño. Miden lo mismo y se pueden intercambiar accesorios, incluso con décadas de diferencia.
- Poco a poco se ha ido actualizando y no pasan de moda: aparecieron niños y bebés, animales, cambió un poco el diseño, etc. Incluso ha habido lanzamientos especiales como un Elvis Presley o una Sissi Emperatriz.
¿Necesitas más razones para amar Playmobil? Seguro que si buscas en tu casa encuentras alguno y te enamoras nuevamente.